jueves, 3 de noviembre de 2011

5 alimentos que pueden desencadenar un accidente cerebrovascular

La dieta es un elemento clave si queremos llevar una vida saludable. Por eso los nutricionistas no paran de darnos pistas para cuidarnos por dentro y por fuera. Aquí tienes los potenciales enemigos de tu salud, evítalos y vivirás más y mejor.


Ni botes ni latas. En tu cesta: productos frescos, mucho verde, carne blanca y pescado.

1. GALLETAS, PATATAS FRITAS Y BOLLERIA INDUSTRIAL
La lista de estos productos es interminable y el denominador común de todos ellos es que contienen un alto contenido de grasas trans, el enemigo número uno de nuestras arterias. En las etiquetas figuran como "parcialmente hidrogenado" o aceites hidrogenados, y se encuentran en todo tipo de snacks, alimentos congelados y productos horneados, incluyendo aderezos para ensaladas, palomitas de microondas, mezclas de relleno, congelados , etc. Los peores se esconden en los alimentos más sabrosos, de preparación rápida como aros de cebolla, patatas fritas y similares.
¿Por qué es malo? Bloquean las arterias, aumentando las concentraciones de lípidos y el colesterol malo en la sangre y la reducción del colesterol bueno. Investigadores de la Universidad de Carolina del Norte encontraron que las mujeres que comían siete gramos de grasas trans al día (dos donuts o la mitad de una porción de papas fritas) tuvieron un 30 % más de accidentes (de tipo isquémico) que las mujeres que consumían solo 1 gramo al día. Otro estudio, realizado también en las mujeres, demostró que las grasas trans promueven la inflamación y altos niveles de proteína C-reactiva (PRC), un marcador de riesgo cardiovascular producidopor el hígado y por las células grasas (adipocitos), relacionado con el infarto de miocardio, el ictus y otros ataques agudos cardiovasculares.
¿Qué hacer? Limitar el consumo de grasas trans a 1 ó 2 gramos al día. Evitar la comida rápida (sobre todo los fritos) y mirar las etiquetas de los alimentos envasados ​. Es recomendable hornear tu propio pan, pasteles... Buscar comida sana, snacks alternativos como galletas de grano integral, palitos de sésamo…

2. AHUMADOS Y CARNES PROCESADAS
Si tu debilidad es el salame, las salchichas, la panceta o un sándwich de ahumados, ¡cuidado con abusar!
¿Por qué es malo? Están sometidos a procesos de conservación que implican grandes dosis de sodio y conservantes. El nitrato de sodio y nitrito afecta a los vasos sanguíneos, haciendo que las arterias se endurezcan y se estrechen.
Muchos estudios relacionan el consumo de carnes procesadas con la enfermedad arterial-coronaria y el consumo de embutidos y ahumados se relaciona con un mayor riesgo de diabetes y una mayor incidencia de numerosos tipos de cáncer, incluyendo leucemia.
¿Qué hacer? Si a media mañana sueles decantarse por sándwich de ahumados, jamón o cualquier otro embutido, trata de variar tu dieta, ¿qué tal uno vegetal o de atún? También puedes cocinar pavo o pollo y cortarlo en lonjas finas para hacer sándwiches caseros.

3. REFRESCOS LIGHT
Reemplazar las bebidas azucaradas por su versión light parece una solución inteligente para mantener el peso adecuado - un objetivo saludable para el corazón— pero resulta que este tipo de refrescos aumentan las opciones de sufrir un derrame cerebral.
¿Por qué es malo? Las personas que toman una bebida gaseosa (dietética o light) aumentan hasta en un 48 % su posible riesgo de accidente cerebrovascular. Según un estudio de la Universidad de Columbia que siguió a 2.500 personas mayores de 40 años, beber un refresco al día aumenta en un 60 % el riesgo de accidentes cerebrovasculares, ataques cardíacos y enfermedad arterial coronaria que aquellas que no tomaban refrescos light.
¿Qué hacer? Sustituirlos por agua, es lo más saludable para calmar la sed. Si no eres capaz inténtalo con limonada, té helado o cualquier otro jugo natural de frutas o vegetales (de poder ser recién exprimido y con la cantidad justa de azúcar o sal).

4. CARNE ROJA
Según publica la revista 'Stroke', las mujeres que consumen una gran porción de carne roja cada día aumentan en un 50 % las posibilidades de sufrir un accidente cerebrovascular. El porcentaje es tan alto que asusta, pero se trata de un estudio sólido y veraz, puesto que los investigadores llegaron a esta conclusión tras analizar las costumbres alimentarias de 35.000 mujeres suecas durante diez años.
¿Por qué es malo? Las grasas saturadas de la carne roja obstruyen las arterias debido a una acumulación de placas de proteína. Ahora resulta que la hemoglobina, el ingrediente que le da la carne roja de su alto contenido de hierro, pueden representar un peligro concreto cuando se trata de un derrame cerebral. Los investigadores están estudiando si la sangre se vuelve más gruesa y más viscosa, como resultado del consumo de hierro.
¿Qué hacer? Consumir carne de aves de corral -en particular, carne blanca - y pescados, más bajos en hierro que la carne roja. También, elegir fuentes de proteínas más saludables para el corazón como legumbres, frutos secos, tofu o lácteos descremados.

5. SOPAS DE SOBRE Y ALIMENTOS PREPARADOS
La dosis de sodio y de otros conservantes que contienen los alimentos congelados, precocinados, enlatados y demás envases suponen un peligro real para la salud.
Según los nutricionistas es el peor delincuente que hay. Por eso, hay tantas campañas en pro de una alimentación más sana y natural, basada en productos frescos, de mercado. Incluso las autoridades han 'exigido' a las empresas que reduzcan el contenido de sal en un 20 % en los próximos dos años.
¿Por qué es malo? La sal o el sodio -como se llama en las etiquetas de los alimentos- está directamente relacionado con el riesgo de ictus. En un estudio reciente, las personas que consumían más de 4.000 mg de sodio por día tenían más del doble el riesgo de ictus en comparación con los que comieron 2.000 mg o menos. Sin embargo, los Centros para el Control de Enfermedades estiman que la mayoría de los estadounidenses consumen cerca de 3.500 mg de sodio por día. Los estudios demuestran que el sodio aumenta la presión arterial, el principal factor causante de un accidente cerebrovascular. Y una advertencia: el sodio lleva muchos disfraces complicados de entender para el común de los mortales, que le permite ocultarse en todo tipo de alimentos que no necesariamente aparecen catalogados como salados. Seguro que te suenan ingredientes como bicarbonato de sosa, levadura en polvo, MSG (glutamato monosódico), fosfato disódico, alginato de sodio… que realmente significan sal.
¿Qué hacer? Cocina tus propias sopas y guisos caseros para congelarlo en porciones individuales. A la hora de comprar, lee las etiquetas cuidadosamente y elige aquellas variedades bajas en sodio.

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